El mobiliario infantil y juvenil se vuelca en la creación de piezas versátiles, modulares y convertibles que tengan más de un uso y que optimicen el espacio de los dormitorios

El espacio no es una barrera para que la habitación de los niños tenga todo lo que tiene que tener. Con esta premisa trabajan los fabricantes y diseñadores españoles de mobiliario infantil y juvenil, que se han volcado por completo en los muebles versátiles, modulares y convertibles. Los padres de los menores, sobre todo si son dos o tres y se cuenta con una única habitación, lo agradecen.

“Conseguimos en un espacio de entre seis y 15 metros cuadrados crear un ambiente donde nuestros hijos estudien, descansen, se diviertan y generen su espacio vital. Aunque también es posible crearlo en habitaciones de 4,5 metros cuadrados, el caso más extremo, y podemos llegar a tener tres niños con sus mesas de estudio en 8,4 metros”, explica Jordi Vidal, barcelonés responsable del diseño y la imagen de la firma Kazzano y buen conocedor de la industria del mueble.

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Los elementos imprescindibles en una habitación juvenil son camas, contenedores o cajones, mesas de estudio y armarios (si no están empotrados), y todos han de tener coherencia y ser atractivos. Si los metros cuadrados no dan para más, el mobiliario sí. En España se impone una generación de muebles infantiles y juveniles, e incluso para bebés, que tienen más de una función. No es algo estrictamente nuevo, pero los diseñadores han dado una vuelta de tuerca. “El actual consumidor busca piezas prácticas y funcionales que tengan varios usos. Además, busca que los artículos tengan un buen diseño y calidad que justifique su precio”. En espacios pequeños otro buen consejo es apostar por camas elevadas que despejen el suelo y generen nuevos usos.